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¿Cómo saber si una gata está embarazada?

En esta nota te contaremos todo lo que necesitas saber para confirmar si tu gata está embarazada o no. Además te brindamos todos los consejos necesarios para tener un parto tranquilo.

Índice

Los primeros indicios aparecen a los 15 días de embarazo aproximadamente, te contamos a continuación cuales son: 

  • Entre los 15 y los 20 días, el primer síntoma visible es que sus mamas aumentan de tamaño y enrojecen. También es normal que las gatas busquen lamerse las mamas, es una manera de estimular la futura subida de leche 
  • Algo que no ocurre a todas las gatas son las náuseas y/o vómitos.Pero si puede pasar que atraviese una etapa de vómitos, si notas que esto ocurre con demasiada frecuencia, es mejor consultar a un veterinario.
  • Su panza empezará a hincharse poco a poco. Pero ten cuidado, pueden existir otras causas para la hinchazón abdominal, si te parece que puede tratarse de una enfermedad, llévala al veterinario.
  • Al principio es muy difícil darse cuenta, pero poco a poco ira aumentando de peso. Lo normal es que hacia el final del embarazo, aumente entre 1.5 y 3 kgs de peso (depende también de la cantidad de gatitos que espere). 
  • Normalmente, también tendrá más apetito, y esto llevara a que, como mencionamos anteriormente, aumente su peso.
  • Notaras también un cambio de actitud, ya que se volverá más hogareña, y aún más demandante de los mimos y caricias. Además, con el correr de las semanas, también notaras que duerme más ya que se cansa más fácilmente.
  • Si tienes dudas, puedes acudir a un veterinario. Es normal hacerle ecografías a las gatas embarazadas, sobre los 40 días de gestación aproximadamente, ya que es posible determinar cuántos gatitos espera tu mascota. 

¿Cómo saber si el parto es inminente?

Lo primero que vamos a notar es un cambio en sus hábitos. Normalmente cuando están a punto de parir, las gatas no quieren comer y suelen buscar un lugar más bien apartado dentro del hogar. También es posible que estén más inquietas de lo normal, que maúllen más, que se quiera lamer el vientre o que simplemente se vean agitadas.
Una vez que encuentren el lugar que ellas consideran óptimo para tener a sus crías, su temperatura corporal comienza a bajar y empezará el trabajo de parto.
Al principio habrá fuertes contracciones abdominales, a las que le suele seguir la secreción vaginal. Pronto, los gatitos irán naciendo, uno a uno. La duración exacta del parto va a depender de la cantidad de crías que nuestra mascota tenga.

Para tener en cuenta, generalmente no es necesario intervenir en el parto, ya que las gatas se apañan muy bien solas y hasta pueden sentirse asustadas o tratar de huir si nosotros nos acercamos demasiado. Por eso, es mejor mantener vigilado el parto para ver que todo vaya bien, pero no acercarse demasiado. 

Algunos síntomas a los que tenemos que prestar especial atención porque pueden significar problemas en el parto, son: 

– Durante la secreción notas manchas o un sangrado.
– Aparece un liquido de color oscuro
– Nuestra gatita se adormila
– Tiene diarrea o vómitos durante el parto
– Notas hemorragias fuertes
– La gata embarazada lleva ya un tiempo haciendo esfuerzos de parto pero los gatitos no aparecen.
– Notas que está sufriendo dolor y éste no cesa.

Ante estos síntomas lo mejor será llamar a un veterinario y, si vemos que la situación se agrava, llevarla urgente a la clínica veterinaria.

Gata embarazada

El primer celo

 

El primer celo de una gata suele ocurrir entre los 8 y los 10 meses de edad, aunque el mismo puede adelantarse (y a veces retrasarse) dependiendo de la raza y de la genética. Es a partir de este primer celo, que nuestra mascota puede quedar embarazada. Pero…

¿Cómo saber si nuestra gata está en celo?

Si bien no se puede ver físicamente algún cambio notorio que no asegure el celo de nuestra mascota, si es posible darnos cuenta a través de los cambios en sus hábitos. Nos daremos cuenta que está más cariñosa y nerviosa de lo normal, que pide mimos y caricias constantemente, en especial en la zona del “lomo”. Además es muy posible que este desesperada por salir afuera en busca de un macho.

Es importante tener en consideración que los gatos se caracterizan por ser animales muy fértiles, ya que pueden tener varias camadas de gatitos, y, además, la mayoría de ellas serán abundantes. Además, los gatos tienen sus etapas de celo cada ¡3 semanas! por lo cuál, es muy posible que quede embarazada durante su primer año de vida. Es por ello que si se quiere evitar el embarazo, lo mejor es la esterilización a edad temprana.

El primer celo suele ocurrir entre los 8 y los 10 meses de edad, aunque puede adelantarse (y a veces retrasarse) dependiendo de la raza y de la genética. Es a partir de este primer celo, que nuestra mascota puede quedar embarazada. Pero…

¿Cuánto dura el embarazo de mi gata?

El periodo de gestación normalmente suele variar entre los 65 y los 67 días. Pero no es tan inusual que el parto se adelante a los poco más de 60 días. Hay que tener en cuenta que en ningún caso debería pasar el límite de los 72 días, ya que esto puede suponer un riesgo para la madre y para las crías. Por ello es recomendable acudir a un veterinario que te asesore en cuanto a tiempos y cuidados durante el embarazo.

Hay algunos factores que pueden influir en la duración del embarazo, te explicaremos los más comunes:

– La raza: Algunas razas de gatos, como por ejemplo, los siameses, suelen tener embarazos más largos, cercanos a los 70 días.
– El tamaño de la camada: Es uno de los factores que afectan a todos los embarazos. Normalmente las gatas suelen tener entre 3 y 6 u 8 cachorros, aunque en algunos casos, pueden ser más. Mientras mayor sea el número de gatitos, más corto será el periodo de gestación.
– Factores ambientales: Las gatas embarazadas son mascotas muy estresables, y cualquier factor que las incomode puede alterar la gestación, ya sea provocando un retraso del nacimiento como también un parto prematuro. Es muy importante que nosotros como dueños responsables tratemos de que nuestras gatas sufran y se alteren lo menos posible. 

 

¿Una gata embarazada puede tener celo?

Esta es una pregunta muy frecuente, y sí, una gata embarazada puede tener celo. Incluso es muy normal, porque forma parte de la curiosa reproducción de los gatos.
Seguramente todos aquellos que hayan visto camadas de gatos, notaran que es usual que los hijos no se parezcan entre sí, y esto, puede deberse no sólo a que salgan más parecidos al padre o a la madre, sino que pueden tener padres diferentes.
Las gatas, durante su fase ovulatoria, pueden aparearse con varios machos, ocasionando que en una misma camada, nazcan gatitos de diversos padres.

Preparación del “NIDO”

Es una actitud normal dentro de las gatas embarazadas la de “nidificación”. La misma, como la palabra lo indica, es la búsqueda de un “nido” para parir. Esta actitud suele verse cuando se acerca la fecha de parto y, nosotros, podemos ayudar a nuestra mascota brindándole ciertas atenciones que le ayuden con su nido, como por ejemplo:

– Proporcionarle un lugar cálido, confortable y resguardado, como puede ser una caja con toallas encima, mientras más abrigadas, mejor.
– Elegir un lugar apartado y tranquilo dentro del hogar. Que sea lo menos transitada posible.
– Colocar abundante cantidad de agua fresca cerca del lugar de nidificación. Esto es algo básico, pero que muchas veces suele obviarse.

¿Es importante tener vacunada a la gata embarazada?

En los primeros días de lactancia, las gatas transmiten a sus gatitos, su inmunidad a través de la leche. Es por eso, que lo ideal es tener a nuestra mascota vacunada para que sus defensas estén al máximo nivel posible.

Pero hay que tener en cuenta, que es contraproducente y peligroso medicar a las gatas embarazadas. Por ello, la vacunación debe estar al día antes de la formación de los fetos. 

La desparasitación también es importante, ya que los parásitos internos pueden ser transmitidos a los gatitos.
Y por último, las pulgas. No todos los productos anti pulgas se pueden aplicar a una gata embarazada o en periodo de lactancia, por ello, consulta con tu veterinario que producto puede darle para evitar esos bichitos tan molestos.
Es importante tener en cuenta que nunca sabemos cuando puede quedar embarazada nuestra mascota, por eso insistimos tanto con la vacunación y la desparasitación en su debido tiempo y forma.

Consejos para tener un parto tranquilo

Como nosotros ya hemos pasado por ese momento, queremos darte todas las opciones posibles para que tu experiencia sea agradable, por ello te daremos varios tips para tener un parto tranquilo. Para empezar, siempre es bueno contar con ayuda extra, por ello te recomendamos tener el teléfono de urgencias de tu veterinario antes de que tu gata dé a luz. Ten en cuenta que la mayoría de los partos se dan durante la noche y te costará encontrar una veterinaria abierta a último momento.
También tienes que tener, en la medida de lo posible, un medio de transporte ya preparado, por si las cosas se complican y tienes que llevar a tu gata (y los gatitos) a la clínica veterinaria.

Otras recomendaciones son: tener preparadas toallas, trapos limpios, agua, guantes desechables y cualquier otro utensilio que pueda ser útil.

¿Cuánto dura el parto de una gata?

Los hay más rápidos, como también los hay muy lentos. Lo normal, es que el parto dure entre 2 y 4 horas, aunque puede extender incluso hasta las 24 horas. Es importante tener paciencia, mantener la calma y, si notas que hay problemas, llamar al veterinario. 

Cuando sea el momento, notarás que irán saliendo los gatitos de a 1, en intervalos de 30 a 40 minutos. Se puede demorar hasta 1 hora incluso entre uno y otro. Algunos saldrán de cabeza, otros, en cambio, nacerán con las patas para adelante. Esto es normal y no debes preocuparte, ni molestar o alterar a la madre. 
Una recomendación es contar la cantidad de placentas que irán saliendo de la madre, tienen que ser la misma cantidad que crías. Si notas que hay menos placentas que gatitos, puede deberse a: dos gemelos que compartieron placenta; puede que la madre se haya comido alguna placenta (es normal, pero debes permanecer atento para contar también esa placenta); y, puede que tenga retención de placenta, lo cual si puede ser peligroso, y por eso te pedimos que cuentes la cantidad de placentas. Si tienes dudas, llama a tu veterinario.

Es importante, una vez que el parto concluya, vigilar a los recién nacidos. Si notas que los bebés no tratan de mamar, ayúdales y guíalos hacia su madre. Lo normal es que antes de la primera hora de vida, ya estén prendidos tomando leche. Puede ocurrir que la cantidad de gatitos sea mayor a la cantidad de mamas, en este caso, tendrás que intervenir e ir rotándolos, para que no haya ninguna cría que pase hambre.

En algunos casos, puede ocurrir que la madre no preste atención, ni se preocupe por sus gatitos. Incluso que no les quiera dar de mamar, en ese caso, tienes que recurrir inmediatamente a un veterinario

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